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Historia de Faraones y Reinas-Faraón

Tey: Madre Reina de Akenatón
Merytneith

Nefertari: por la que brilla el sol
Hatshepsut: Reina-Faraón de Egipto

Neithotep: la primera reina-faraón

5 Reinas-faraón más importantes del Antiguo Egipto

Cleopatra: el final de una época

Dinastías del Antiguo Egipto

Nefertiti: la bella ha llegado
Los orígenes de Egipto
¿De dónde salieron los primeros pobladores del Antiguo Egipto? Los iniciales inmigrantes vinieron de muchos sitios empujados por un sentimiento común: necesitaban agua y lo que el agua elabora: comida. Y el Nilo, al disponer de abundante agua, producía mucha comida con las cosechas. Pero además, el río en sí mismo tenía abundante pescado, fácil de conseguir, y era un lugar privilegiado para la caza de los animales que, sedientos, acudían a beber.
Existieron hambrunas de gran intensidad. En el reinado de Djoser (Zoser), Dinastía III, tuvieron 7 años (2700 a.C.) sin que subiera el Nilo. La actualidad arqueológica indica, aunque todavía no hay un acuerdo total, que:
- La evolución de Egipto fue autóctona.
- Llegaron personas desde el Sur, Nubia, en dirección Norte.
- Bastante población llegó desde la actual Libia, al Oeste.
Faraones del Antiguo Egipto
Los faraones o reinas-faraón creían en la vida después de la muerte, pues esta civilización practicaba el embalsamamiento y la momificación para poder preservar la integridad del individuo en el más allá. Estos reyes están plagados de misterios, incluso llegan a ser más enigmáticos que sus dioses, pero hay que decir que en ocasiones sus esposas reales acaparaban toda la atención del pueblo egipcio.
Las mujeres más carismáticas del Antiguo Egipto fueron Hatshepsut, Nefertari, Cleopatra, Tey y Nefertiti, la reina más bella de todos los tiempos. Los faraones de Egipto están clasificados por dinastías. La dinastía es el nombre otorgado a la acción de heredar un poder social, lo que sería una secuencia de gobernantes de la misma familia. Hubo 31 dinastías más aparte el periodo helenístico, que esta formaba la dinastía macedónica y después la ptolemaica.
El río Nilo en Egipto (Kemet)
El Sahara, en la época en que se están iniciando los orígenes de Egipto, en torno a los 9000 años a.C., era un frondoso vergel, con ríos de abundante cuenca y una cierta población más o menos nómada. Pero, unos 4.000 años más tarde, en el 5000 a.C., se reemplazó por el gran desierto. Este fenómeno de la desertización sucede de forma paulatina.
Es una desecación lenta, que ocurre entre los milenios V a III a.C. Al final, de todo ese norte y noroeste africano, solo queda el Valle del Nilo, situado en la zona nororiental de África. La lluvia ya era muy poco frecuente bastante antes del Imperio Antiguo. En el “País de las Dos Orillas” hay un par de aspectos que son normales desde tiempos pretéritos: la extrema sequedad del aire y la escasez de lluvia.
El Nilo es el río más largo del mundo con 6.700 km. (en realidad 5.584 km.) Pero según los hallazgos, tendría 1.000 km. más, medido desde su verdadero nacimiento real en el río Luvironza o Atbara, en Burundi. Las entradas principales a los templos de bían estar siempre orientadas al río Nilo, donde usaban en muchos momentos el eje este oeste, eje solar, en las construcciones religiosas.
Referencias
- Dodson, Aidan y Hilton, Dyan. The Complete Royal Families of Ancient Egypt. Thames & Hudson. 2004. ISBN 0-500-05128-3.
- A. Gardiner, Ancient Egyptian Grammar (3.ª edición, 1957), 71–76.
- Redmount, Carol A. «Bitter Lives: Israel in and out of Egypt». pp. 89-90. Michael D. Coogan, ed. The Oxford History of the Biblical World, Oxford University Press. 1998.
- Hieratic Papyrus from Kahun and Gurob, F. LL. Griffith, 38, 17. Although see also R. Mond and O. Myers (1940), Temples of Armant, pl. 93, 5, for an instance possibly dating from the reign of Tutmosis III.